sábado, 13 de marzo de 2010

CAMBIOS

El invierno se despedía con 38° de calor.
-Cosa extraña para esta estación- comentaba la gente el pueblo, pero así respondía la tierra a ese año tan particular para muchos.
Él también comenzó a sentir esos cambios. Un ligero escozor le había aparecido esa semana pero no le dio demasiada importancia hasta que…
Mientras se duchaba encontró la bañera llena de una fina capa blanca. -Caspa- pensó pero era mucha la cantidad que caía y no podía ser solamente de su cabeza.
Asombrado vio cómo de su piel se desprendía una fina capa de escamas. Pidió cita a su medico.
-No se preocupe amigo, siempre al entrar la primavera se presentan estos cambios en la dermis-.
Pero él no podía dejar de pensar.
Qué le estaba sucediendo. Tal vez era una enfermedad y pronto moriría o simplemente un estado pasajero de alergia del que en poco tiempo ya ni iría a acordarse o…
La noche llegó. Se esforzó por dormir. En sueños se vio en un lugar bello, apacible. Todo allí era calmo. Las bestias caminaban por un campo donde los árboles mostraban gustosos sus frutos y flores.
De pronto él apareció entre una fronda gigantesca. Se enroscaba de una manera astuta e inquietante.
En ese momento una voz estalló condenándolo para siempre y fue echado de ese lugar.
Sintió miedo y despertó. De un salto salió de la cama, se miró al espejo que lo mostraba de cuerpo entero. Se sentía, bien hasta distinto, inmediatamente rozó su piel, la sintió tersa, perfumada, ya no tenía escamas, ni le picaba.
La temperatura había descendido a 20°.
Él salió de la habitación radiante, casi sin advertir que entre sus sábanas yacía una cápsula vacía, larga y serpenteante.




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