sábado, 30 de octubre de 2010

Sueños

Si yo fuera viento
viajaría a Izmir
todas las fragancias
serían para mí.
Andaría en barco
Como un polizón
Y solo en su puerto
Buscaría amor.
Soplaría fuerte como un huracán
al sol traería para iluminar.
Pero soy tan solo un hombre
y estoy aquí
solo mi mente alocada
quiere ser viento y huir
.


Lo apoyo sobre la mesa, un humo inquieto trepó por el aire y se perdió entre los recuerdos.
Compañero inseparable, perfumado, embriagante, pretexto justo de siestas y noches que se sueñan. El abuelo y su café.
Me acerque a él lentamente, no quería interrumpir. ¡Sus sueños eran tan lindos!.
Él advirtió mi presencia y me abrazó, sentí su calor traspasando mi piel y me quedé así, no sé por cuanto tiempo. Poco a poco sus palabras fueron brotando despreocupadamente…
“Esa mañana mi padre decidió ir a Atenas. Cuando él anunciaba un paseo, mi corazón latía fuerte, fuerte como si quisiera adelantarse y llegar primero.
Como era un domingo, me pusieron mis mejores galas, mamá limpió mis zapatos, sacudió mi único traje, peinó cuidadosamente mi pelo y besó mi frente deseándome suerte. Sentí que en ese beso cómplice, ella iba conmigo, viviendo paso a paso, mi aventura.
Cuando llegamos a la ciudad, mi cabeza comenzó a girar sin poder controlarla.
Allí era todo diferente. Las calles guardaban un orden distinto al de mi pueblo.
Los negocios exhibían ostentosos productos casi inalcanzables para nosotros.
Pero también aquí encontraba juegos fantásticos. Recuerdo que a mi me gustaba correr por entre las ruinas de los Acrópolis.
Otro juego divertido era observar el cambio de guardia del rey para imitar sus movimientos, uno…dos…uno…dos…
Cuando mi padre ordenaba, nos íbamos a su lugar preferido: mesa y sillas en la calle, música de mandolina, raki y estridentes carcajadas, “la confitería”.
Luego se sentaba, llamaba al mozo y pedía su infaltable mesé, para mi sharope ¡que alegría!.
-Vamos a bailar- me decía, mientras se perdía en una ronda de hombres eufóricos.
Algunas mujeres observaban desde las mesas y se divertían tímidamente ¡que tiempos!...”
El abuelo volvió a su tacita, dio el último sorbo, mientras con voz muy baja repetía: -no sé tiene este café, me hace soñar tantas cosas…-




Raki: Anís.
Mesé: Picada.
Sharope: Pasta preparada con agua y azúcar. A veces se le agrega coco o nuez.









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